CELTAS, Hallstatt (700 -500)


En el último milenio antes de Cristo podemos distinguir dos grandes períodos de prosperidad, el denominado Hallstatt (700 – 500 a C.) es el primero de ellos y comprende los territorios de Europa central, Francia y los Balcanes. 
Hallstatt ha sido declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco y se trata de una  localidad situada cerca de Salzburgo, al norte de Austria.

Región histórica, 

Se llama Hallstatt a este período puesto que así se denomina la localidad donde se han encontrado 2000 necrópolis celtas distribuidas alrededor de las minas de sal que trabajaban. Hall es un término céltico que significa sal.


Desde estos tiempos históricos, esqueleto conservado (por causa de la sal) con sus utensilios


Hallstatt actual

A las habilidades anteriores se le debe sumar la forja del hierro. Producían espadas, arados, guadañas y rudimentarias máquinas de segar.
El Oriente Próximo había conocido el hierro muchos siglos antes, los hititas fabricaban objetos con este material ya en el siglo XV a C. ¿Qué pasó con el conocimiento que dio lugar a su forja desde la caída de los hititas (siglo XII a C.) hasta el siglo VIII a C. cuando reaparece en Europa central? Los historiadores desconocen aún la respuesta, lo cierto es que  los celtas ya no cremaban a sus muertos sino que eran enterrados con sus espadas de hierro y sus armaduras de bronce, con figurillas de cerámica y calderos, lo que indica una creciente estratificación de la sociedad, consecuencia, siempre, de un tiempo de riqueza. Los collares de ámbar de Escandinavia y los recipientes de fabricación griega y etrusca hallados en las tumbas demuestran el rico y variado comercio que ejercían.

Collar de ámbar, período Hallstatt 


Este tipo de enterramiento en sí mismo es producto del intercambio con otra cultura a la que, en lo que a este tema respecta, imitan: los cirinios, pueblo que habitaba la llanura  del Danubio; a su vez éste lo había tomado de algunas tribus rusas quienes lo copiaron a los asirios. 



El manejo del hierro hace posible la construcción de vehículos que atraviesan los Alpes, de modo que los asentamientos ahora se erigen en altura, la explotación de la agricultura cede paso a la ganadería, el aumento en el consumo de carne explica la mayor demanda de sal. La técnica minera para la explotación de la misma era excelente, llegaron a efectuar pozos de más de 350 metros de profundidad perfectamente recubiertos, y por la tanto calefaccionados, en madera.


Hallstatt, mina de sal, actual

Es de suponer que adoraban al sol como uno de sus dioses principales, así lo manifiesta un objeto de bronce hallado en la zona llamado el “Carro de Trundholm” (caballo parado sobre ruedas tira un carro que representa el disco solar). Es posible que los caballos, en cuya monta y doma los celtas eran particularmente hábiles,  también se considerasen sagrados, suposición ésta que se hace  a partir de la gran cantidad de herrajes y adornos de arneses hallados en las tumbas.


Carro de Trundholm

Los herreros conformaron una verdadera élite de donde surgiría la casta que va a dominar política y militarmente a su pueblo. Es posible que sus famosos sacerdotes, los druidas, se desarrollaran a partir del mismo grupo el cual floreció no sólo gracias a su natural habilidad, sino a la fortuna de disponer de abundante materia prima  que se hallaba en ricas vetas  al alcance de la mano en los pantanos de su zona donde la extracción resultaba sencilla.
Justo es mencionar que los celtas también se destacaron en el arte de la carpintería, con el que fabricaron sus ligeros barcos y sus castros, es decir,  fortificaciones  en las que vivía la nobleza y los artesanos más destacados. Agricultores y ganaderos sólo se refugiaban en ellas cuando eran atacados, no era extraño que este ataque procediese de otra tribu celta. El hierro produce armamentos y carros que resultan en una cultura expansionista. Los guerreros iban en busca de tierra, ganado y esclavos; pero el carácter celta hizo de estas incursiones más un ejercicio de virilidad que un intento de obtener ganancias. 
La típica vivienda celta del período hallsttático era una habitación de troncos con postes clavados en forma circular y las paredes se confeccionaban entrelazando diversas ramas. 



El árbol que era más comúnmente utilizado en estos menesteres era el avellano. Se aseguraba con tiras de piel y su techo en forma cónica se confeccionaba entramando paja y trigo. Puesto que carecía de ventanas la puerta de entrada era su única ventilación. Allí dentro cada familia cocinaba su comida, el fuego que se encendía en el piso calentaba un caldero que colgaba de una cadena ensartada en un travesaño de madera. El lecho, una pequeña elevación de arcilla, se cubría con pieles. Horno,  molino y granero eran compartidos por varias familias.
Hacia el siglo VI a C. dominaban parte de Francia y España, los Países Bajos, Suiza, Austria, Hungría  y sur de Alemania.

 En este período, alrededor del 650 a C., arriban a las Islas Británicas los primeros emigrantes celtas, los gaëls. Serían éstos quienes otorgaron el nombre de “Iveroi” a Irlanda, nombre que resuena en su denominación actual, “Eire”. Estudiosos ocupados en una justa revalorización de la cultura que los celtas legaran, sospechan que fue allí y a partir de aquel momento que este pueblo se conforma como ahora la historia lo recuerda, que desde Irlanda se irradian las creencias religiosas y costumbres sociales que los caracterizan. Como ejemplo de lo dicho citamos al druidismo, símbolo principal de esta cultura que, a pesar de haberse desplazado  por buena parte de Europa y Asia menor, sólo se menciona en relación al territorio irlandés  primero, y luego al Reino Unido todo y Francia. 

Hay quienes consideran que el propio rio Danubio debería su nombre a la gran diosa madre de los celtas, “Dana”, aunque esta afirmación es controvertida.

En este período comienza a desarrollarse el arte. Los objetos son decorados tanto con figuras humanas como con animales y plantas. Los hombres se representan casi siempre luchando, las mujeres, atareadas en el telar, bailando, tocando la lira, montando a caballo o, también, luchando. Tanto unos como otras pueden ser dibujados tan esquemáticamente que casi llegan a la abstracción pero jamás carecen de gracia.  Pero en lo que estos artistas se destacan es en la representación de animales, además de los recientemente mencionados caballos, dibujan cabras y ciervos con extraordinario realismo. Los animales más representados son las aves acuáticas, especialmente el cisne, ave que es frecuentemente mencionada en las leyendas que conforman su mitología.  

"El caldero de Gundestrup apareció en una turbera de Jutlandia, Dinamarca; probablemente fué depositado allí en un ritual de ofrenda relacionado con las aguas, habitual en el mundo lateniense  y que se remonta a la Edad de Bronce y al periodo de Hallstatt. (Lopez Monteagudo)."* 


     Al segundo período lo llamamos La Tene (500 – I a C.) y se desarrollará en la siguiente entrada 

Las imágenes has sido tomadas de google
*Palabras e imagen tomada de la bitácora Terrae Antiqvae

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